5.7.10

Quien golpea a un niño enseña a golpear (1ra parte)

Esta publicación comienza al revés. Primero las conclusiones dada la importancia y relevancia de las mismas:

"Quien golpea a un niño enseña a ese niño a golpear… y a dejarse golpear"

NO a la violencia en ninguna de sus expresiones !!.


ANÉCDOTA:
La espera en la caja del supermercado era eterna e insoportable para muchos. En especial, para una mamá que luego del segundo berrinche de su hijo (de unos 4 años) cerró la escena con una tremenda cachetada. Silencio. Miradas de desaprobación. Y un niño que se tapaba la cara avergonzado mientras su mamá justificaba: “A veces es necesario un buen chirlo a tiempo”.

¿Cuántas veces escuchamos esa frase? La usan los padres con poca paciencia ante niños caprichosos (¿o poco escuchados?).




INTERROGANTES:


¿Un cachetazo a tiempo es sano y ayuda?



Como dice el refrán: ¿la letra con sangre entra?.



¿Por qué pegar a los niños?



¿Nos entienden mejor de esa forma que cuando les hablamos?



¿Somos hijos del rigor?



¿Nuestros hijos son hijos del rigor?



CRECIMIENTO Y DESEOS DE INDEPENDENCIA:
A los 2 años, los niños pasan por una etapa de deseo de independencia que lleva asociado un desafío a la autoridad, y esa autoridad son las normas establecidas por los padres. Esta etapa del desarrollo del niño se caracteriza, además, por la aparición de las rabietas. Cuando algo no le gusta o se le lleva la contra, suele reaccionar con llantos, pataletas y gritos.

Estos deseos de independencia luego se acentúan con la llegada de la adolescencia.

DEFINICION:
Se define como castigo corporal como el uso de la fuerza física con la intención de causar en el niño una “experiencia dolorosa pero sin lesiones”.

Ejemplos de castigos corporales son: pegarle al niño en la mano o nalga, apretar o pellizcar el brazo, etc.

El castigo corporal a un niño es un acto de discriminación, porque los niños/as son vulnerables, no se pueden defender. Y en el caso que pudieran, no se defienden porque les hemos enseñado que“no deben agredir a los padres”. Ese papá o mamá no le está pegando a un adulto, no es al compañero de trabajo porque sabe que se la puede devolver. Un jefe no le pega un chirlo a un empleado para llamarle la atención. Entonces ¿por qué a un niño sí? Y la respuesta es porque es absolutamente vulnerable.

PORQUE TE QUIERO, TE APORREO:
Si parece tan obvio que el castigo físico dirigido a los niños no es bueno, ¿Por qué sucede tan comúnmente?

Varios son los justificativos:
“Es por su bien” (tratar mal en nombre del bien),

“mejor que llore hoy (por el chirlo) y no mañana (por una supuesta desgracia que podría ocurrir si no se ponen limites)”. ¿No sería mejor prevenir de mejor manera? ¿Estamos seguros que educar con violencia hoy no generara mayor violencia mañana?

Cuando no se puede justificar la violencia, los justificativos que esgrimen los adultos comienzan a direccionarse hacia la intensidad con que se castiga:
“Es solo un golpecito suave”, “la idea no es lastimarlo sino solamente llamarle la atención con el chirlo para que entre en razones”

Esas costumbres de muchos adultos de “maltratar suavemente” a las personas mas indefensas e inocentes de la sociedad deberían ser repensadas. El maltrato, por mas leve que parezca ser, nunca será la solución a los problemas.

Dentro del maltrato no solo entra el castigo físico, sino también los gritos, las amenazas (“no te voy a querer mas”), la descalificación (“sos malo”), entre otras formas. Más allá de lo que haga, que un chico escuche este tipo de frases es muy doloroso.

HERENCIA:
A pesar que corrió agua bajo el puente, aún muchos padres/madres piensan que un chirlo “corrige”, una cachetada “educa”, que de un grito “se aprende”.

Si bien, esos métodos pueden resultar efectivos en algún momento en particular (lográndose que el niño haga o deje de hacer lo que el adulto le dice), los especialistas aseguran que de esa forma sólo se le enseña al menor a responder con violencia, nerviosismo y desborde frente a los problemas.

Para disciplinar no se necesitan golpes ni decir barbaridades, además está prohibido por ley pegar y maltratar a un niño; pero todavía está la creencia social que un chirlo o una cachetada no es del todo incorrecto. Los padres fueron criados de esa forma y repiten el modelo, que pasa de generación en generación.

ESTADISTICAS:
En la Argentina, según un estudio realizado por pediatras del Hospital Gutiérrez, el 68% de los progenitores aún utiliza el castigo físico como método para disciplinar a sus hijos

El estudio realizado en 2007 sobre la base de 475 encuestas, concluye además que el 41% de los consultados había sido castigado de la misma forma. Un sondeo similar llevado adelante por la Academia Americana de Pediatría en los Estados Unidos concluyó que nueve de cada diez padres "nalguea" a sus hijos.


TENDENCIAS:
Los especialistas manifiestan registrar un “notable aumento” de pedidos de tratamiento de padres/madres con niños muy pequeños por problemas de conducta.

Antes, las consultas eran mayormente por chicos de 6 años en adelante, por problemas de aprendizaje, conducta en escuela y hogar, y psicopatológicos (no controlan los esfínteres), entre otros-. Pero en los últimos años se empezó a notar una gran cantidad de consultas en relación a niños de 1 año y medio, 2, en adelante.

Entre los casos más comunes se encuentran chicos que hacen berrinches, no aceptan las reglas ni en el jardín ni en la casa, no aceptan un “no” como respuesta, al decirles “no” se golpean, manifestándose una intolerancia a la frustración.

Se ve una conducta de desborde familiar. Ante un problema o un ‘no’, el chico hace un berrinche, el adulto grita, el chico sigue gritando, el padre se enloquece, se arma toda una escalada de violencia que termina con una cachetada y el nene llorando. No se solucionó nada, queda como que papá/mamá ganó, cuando acá no se trata de ganar ni perder sino de educar.

SILENCIO, DE ESO NO SE HABLA:
La médica psicoanalista Sara Zusman de Arbiser, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, asegura que la violencia doméstica no suele contarse en las entrevistas en las que los padres consultan por sus hijos.

La pediatra advierte que la mayoría de los padres no hablan con nadie de los métodos que utilizan para criar a sus hijos y toman los castigos como naturales porque reproducen el modelo educativo que ellos mismos recibieron.


PORQUE SE LLEGA A LA VIOLENCIA:
Es verdad que criar hijos es una tarea extremadamente difícil y dura en muchas ocasiones, y que el agotamiento y la falta de paciencia nos hacen perder los papeles ante la menor o mayor travesura de nuestros hijos. Pero para eso está nuestra madurez: para poner orden donde hay caos.

Es muy difícil mantener la calma en estos momentos, sin embargo según todos los expertos, precisamente la calma es la mejor lección que podemos transmitir. Las quejas hacia los niños ‘difíciles’ es porque hay padres/madres con este estilo, que no tienen tiempo para dedicarle a los niños/as, que no utilizan pautas de crianza positivas,

Es importante que los padres analicen que parte de culpa tienen ellos mismos en ese proceso de perdida de paciencia que termina generando el chirlo: ¿hay algún factor externo que los tiene mas nerviosos que de costumbre? ¿Se sienten presionados, angustiados, enojados por alguna otra cosa? ¿Le están dedicando a los niños el tiempo necesario o solo el tiempo que “dicen tener disponible”?

Cuando el padre llega al chirlo es porque falló en las formas anteriores de poner límites.

Algo muy común es la creencia de los padres/madres de esperar que su hijo se comporte con una madurez propia de un adulto, y que el pequeño resuelva situaciones muy difíciles para la edad. Estudios realizados muestran que el 83,5% de los padres tiene expectativas por encima del promedio de lo que sus hijos pequeños pueden realizar, esperan que resuelvan situaciones difíciles y a veces imposibles para la edad. Entre las respuestas se ejemplificaron:

Padres de niño de 2 años, “mi hijo/a debe ser capaz de ir al baño sin ayuda”. Con lo que implica ir al baño: subirse al inodoro, hacer sus necesidades, limpiarse y apretar el botón.

Padres de un niño de 3 años: “mi hijo/a debe estar tranquilo cuando converso con otras personas”.

Esta sobreexigencia en algún momento explota conductualmente en la infancia y luego vuelve a rebrotar en la adolescencia.

VIOLENCIA Y MIEDO
A los chicos no se los puede entrenar como a los perros, pegándoles con el diario. Cuando se les pega por lo general dejan de portarse mal y la sensación es que es el chirlo fue efectivo, pero en verdad el chico deja de hacerlo por miedo a que vuelvan a pegarle y no porque haya entendido qué estaba bien y qué estaba mal. El maltrato, deja miedo y mucho dolor en los hijos.

Con una cachetada no marco límites ni me impongo como autoridad. Cuando hablo de autoridad no me refiero a tiranías, ni autoritarismo, sino a la capacidad para tomar decisiones relativas a costumbres, actitudes y caminos a seguir.


INTERPRETACION DEL NIÑO
Es muy probable que si al niño le pegan en casa, entienda que él también puede hacerlo en el colegio o en el parque.

Podrían entender que es posible pegar a alguien cuando hace algo que está mal y como consecuencia, también ellos pueden pegar a sus amigos cuando hagan algo malo según sus criterios. Si estás enojado o nervioso, entonces tiene permiso para pegar.

Los detractores de estos métodos afirman que nunca es un elemento educativo. Si acaso, podría ser una solución de urgencia para aliviar los nervios de los padres en un momento determinado, con pésimas consecuencias en el largo plazo.




IMPACTO REAL Y CONSECUENCIAS:
A esta altura es bien sabido que el castigo físico no tiene nada de positivo. Todo lo contrario. Es lo peor que puede recibir un hijo de sus padres porque bloquea al pequeño, daña su autoestima, le enseña a ser víctima, rompe la comunicación padre e hijo y le hace sentir rabia y tristeza.

Estas situaciones repetitivas son especialmente traumáticas porque los padres que castigan físicamente no son francamente “malos”. Esa violencia coexiste con cuidados y preocupaciones por el bienestar del hijo, lo que genera sentimientos de confusión y de intensa ambivalencia en el vínculo con los padres.”

Según estudios realizados en EEUU se demostró que los castigos permanecen como un predictor significativo de conductas antisociales 2 años más tarde.

Cuando los padres utilizan el castigo corporal para reducir la Conducta Antisocial del Niño, el efecto a largo plazo tiende a ser el opuesto.

Si no alcanza con el sentido común, hay gran cantidad de estudios que indican que los que padecen castigos físicos a lo largo de la infancia tienen más riesgo de sufrir problemas de comportamiento durante la adolescencia.

Es demostrado que la violencia en los niños se asocia a conductas antisociales en la infancia y a violencia y otros crímenes en los adultos.

¿QUE HACER Y QUE NO HACER?
... CONTINUARÁ.

Si quieres dejarnos tu comentario, puedes hacerlo aqui debajo. También puedes participar de las encuestas que encontrarás en la columna de la izquierda de este blog.

27.6.10

Cuando la tecnología interfiere en el clima familiar

El avance de Internet y el empleo de las redes sociales en dispositivos como celulares y notebooks afecta la comunicación entre padres e hijos pequeños

Un niño de dos años y medio, hacía intentos repetidos de hablar con su madre, pero ella no desviaba su atención de su BlackBerry. "El repetía: Mamá, mamá, mamá". "Y luego comenzó a tocarle la pierna. Y ella contestaba: “Esperá un segundo. Solo un segundo". Al final, el niño se sintió tan frustrado, que "gritó y trató de morderle la pierna".

Se ha concentrado gran parte de la preocupación respecto de los celulares y los mensajes instantáneos y Twitter en cómo se ven afectados los niños que usan la tecnología de manera incesante. Pero el uso de los padres de tales tecnologías -y sus efectos en sus hijos- ahora se están convirtiendo en otra fuente de preocupación de algunos estudiosos del desarrollo de los niños.

Sherry Turkle, una investigadora del Massachusetts Institute of technology, ha estado estudiando como el uso de los padres de la tecnología afecta a los niños y los adultos jóvenes. Luego de cinco años y 300 entrevistas, ha concluido son generalizados los sentimientos de dolor, celos y competencia.

En su estudios Turkle dijo: "Una y otra vez chicos plantearon los mismos tres ejemplos de sentirse dolidos y no querer mostrarlo cuando su madre o padre usa sus dispositivos en vez de prestarles atención: a la hora de la comida, cuando los tienen que ir a buscar después de la escuela o de otras actividades y en eventos deportivos".

Turkle dijo que reconoce la presión que sienten los adultos de estar constantemente disponibles para el trabajo, pero agregó que cree que hay una fuerza aún mayor que los obliga a mirar la pantalla continuamente.

"Hay algo tan absorbente en el tipo de interacciones de la gente con las pantallas que dejan afuera el mundo", dijo. "He hablado con niños que tratan de conseguir que sus padres dejen de enviar mensajes mientras manejan y sus padres se resisten: ?Solo uno más rapidito cariño?. Es como un trago más".

Un niño de tres años y medio, se cansó tanto de que su madre le prometiera que iba a dejar la computadora en "solo un minuto" que recurrió al tipo de tácticas que usa los padres comúnmente: "Me hace poner el reloj del micro-ondas", comenta la madre. "Cuando suena, dice: Vamos y no traigas tu teléfono".

Por supuesto que no todos los expertos en desarrollo de los niños creen que el teléfono inteligente y la notebook por los padres es algo malo. Los padres siempre tuvieron que dividir su atención y los investigadores señalan que hay una diferencia entre cantidad y calidad cuando se trata de conversaciones entre padres y niños.

"De algún modo volvemos a la cuestión de la calidad del tiempo que se pasa juntos y el tiempo que estamos distraídos no es de alta calidad, sea que los padres miran el diario o su BlackBerry". También señaló que los teléfonos inteligentes y las notebook pueden permitir a algunos padres pasar más tiempo en casa, lo que puede resultar en más y no menos tiempo de calidad con los hijos.

Los expertos dicen que no hay duda que la dedicación de los padres -hablando y explicando cosas a los niños y responder a sus preguntas- sigue siendo la base del aprendizaje en la infancia temprana.

El libro de Betty Hart y Todd R. Risley "Meaningful Differences in the EveryDay Experience of Young American Children" (Diferencias significativas en la experiencia cotidiana de los niños estadounidenses pequeños, publicado en 1995), muestra que los padres que ofrecen un ambiente de lenguaje rico a sus niños los ayudan a desarrollar un vocabulario amplio y eso los ayuda a aprender a leer.

Esta investigación relaciona el uso del lenguaje en el hogar con el status socio-económico. Según sus conclusiones, los niños de hogares de más alto nivel socio económico escuchan en promedio 2153 palabras por hora, mientras que los de hogares de clase trabajadora solo escuchan unas1251; los niños en el estudio cuyos padres vivían de subsidios estatales escuchan en promedio 616 palabras por hora.

La pregunta es: ¿Dispositivos como los teléfonos inteligentes cambian eso? Los usuarios de celulares tienden a tener ingresos más altos; estudios de la Compañía Nielsen muestran que tienen el doble de probabilidades de ganar más de 100.000 dólares al año que el suscriptor promedio de servicios celulares. Si el mayor tiempo de uso de tecnología limita el tiempo que las familias en buenas situación dedican a comunicarse con sus hijos, algunos podrían convertirse en víctimas del éxito que se creía que les servía de ayuda.

Parte de las razones por las que los niños de hogares en buena situación desarrollan vocabularios más amplios para los 3 años es que "los padres alzan a los niños y los ponen en su falda mientras leen un libro" dijo Hart. "Es importante que los padres sepan que cuando hablan con sus hijos transfiere cariño junto con las palabras. Cuando uno habla con la gente siempre hay un mensaje implícito: me gustás o no me gustás".

Una madre muy tecnológica y blogger, dijo que no tenía idea de cómo lo que llama su "adicción al correo electrónico y los sitios de redes sociales" estaba afectando a sus hijos. Cuando reconoció el problema, estableció una prohibición de usar el correo electrónico e internet entre las 16 y las 20, y sus hijos respondieron con alegría. "Cuando se los dije, mi hijo de 12 años lo celebró". "No se puede hacer las dos cosas" agregó. "Si estoy conectada, es demasiado tentador. Hay que hacer una elección clara".

Por Julie Scelfo
The New York Times - Publicado en el diario La Nación, 13 de junio de 2010
Traducción de Gabriel Zadunaisky

20.6.10

Ser Padres Hoy.

Ser padre ha sido y es, sin lugar a dudas, la mayor realización para un hombre. La figura del papá nos remite –primero al amor- pero también a la guía, al sostén y a la autoridad bien entendida.

El rol del padre ha cambiado con el tiempo, porque los tiempos han cambiado, no así el lazo de amor que une al padre con el hijo.

Años atrás, la mayoría de las madres pasaban todo el día en casa. Por ello, era siempre la mamá quien ayuda con la tarea, cambiaba pañales, daba mamaderas y muchísimas otras cosas.
Con el paso del tiempo y la necesidad de salir a trabajar de ambos padres, las tareas cotidianas se han empezado a compartir.




Es así como el rol del padre se volvió, por decir de alguna manera, más “maternal”.

De ese modo, vemos a los papás de hoy mirando cuadernos, bañando bebés, presenciando actos escolares orgullosos y emocionados, etc.

El amor es y ha sido siempre el mismo, pero el papel del padre en la actualidad es mucho más abarcativo y completo. Ya no solo es mamá quien está pendiente de las cosas cotidianas y las necesidades de un hijo.



Lejos de disminuir su figura, hoy en día el padre se engrandece con estas nuevas tareas que –hasta hace unos años- eran prácticamente sólo de las mamás. Los une más a sus hijos, los coloca en un plano más cercano y amoroso.

El hombre ha crecido, ha aprendido que no se es menos hombre por cambiar un pañal, muy por el contrario. Hoy los hijos cuentan con ambos padres para todo.
Esto no significa que los padres de antes no fuesen buenos, simplemente que la vida ha cambiado y la manera de ser papá también. El de antes era un papá con cierta distancia, no con menos amor por cierto. El de hoy tiene ambas cosas amor y cercanía.

Con diferentes modalidades, ayer u hoy, papá ha sido y es un pilar en nuestra vida.
Como si fuera un tutor de los que se usan para que el pequeño árbol recién plantado crezca firme y derecho, ahí está para vernos avanzar en la vida, para que no equivoquemos el camino y para entendernos su mano, tengamos la edad que tengamos.

Muy, pero muy feliz día a todos los papás ! ! !.



14.6.10

StarWars y la Educacion para Estimular el Pensamiento

Convencido de que la escuela pública es la base de la sociedad, y de que en esta era de la tecnología la manera de educar debe ser bastante diferente de lo que es, el famoso cineasta George Lucas, creador de La guerra de las galaxias , expuso en el último World Business Forum de Nueva York, cuáles son las claves de la enseñanza que pueden formar a personas empleables en el futuro.

"Cuanto más tiempo pasa, más me convenzo de que las formas más antiguas de aprendizaje parecen ser las más efectivas", dice Lucas. Las divide en dos partes que son igualmente importantes.


La primera es "el lado FILOSÓFICO INTELECTUAL" en el modelo de Aristóteles y Platón, en el que el maestro atrapa la atención y alienta a un grupo pequeño de estudiantes con preguntas y debates (aprender a pensar).




La segunda es la de poner manos a la obra con la "ESCUELA ARTESANAL de aprendizaje", en la que un zapatero toma un par de aprendices y les muestra cómo hacer zapatos (aprender a hacer).







"Cuando llegó la Revolución Industrial esas dos formas de aprendizaje quedaron de lado y la educación se convirtió en un ejercicio de bombear la mayor cantidad de información posible a los chicos -dice Lucas-. Es como una LÍNEA DE MONTAJE y al final de ésta los estudiantes vomitan la información y reciben un diploma (aprender a memorizar). Eso no funciona."



A través de su fundación educativa, edutopia.org, George Lucas está poniendo su capacidad de contar historias y técnicas al servicio de LOGRAR QUE ESTUDIANTES SE CONVIERTAN EN MEJORES PENSADORES Y QUE PUEDAN MANEJARSE EN UNA ERA DE SOBRECARGA INFORMATIVA. Cree que el éxito futuro depende de estas prácticas antiguas, una idea de un hombre que hizo la futurista Guerra de las galaxias .

En edutopia.org, la fundación de Lucas construye un catálogo de las mejores prácticas educativas. La organización identifica programas innovadores que han inspirado a los estudiantes y han reducido las tasas de abandono.

"LA CLAVE DE LA EDUCACIÓN ES AYUDAR A LOS ESTUDIANTES A ENCONTRAR INFORMACIÓN, ANALIZAR ESA INFORMACIÓN PARA PROBAR SU VALIDEZ Y USARLA DE MANERA CREATIVA", dice.

Siendo estudiante, a Lucas las clases le parecían un sin sentido de tan abstractas y pensaba que "debería haber tenido más responsabilidad, al menos a partir del sexto grado". Hoy propone el APRENDIZAJE INTERDISCIPLINARIO -combinar ciencias, historia, geología y matemática en una sola clase- y también LLEGAR AL APRENDIZAJE A TRAVÉS DE PROYECTOS. Los estudiantes, por ejemplo, podrían construir una casa que deba venderse a un cierto precio, que sea capaz de soportar un tornado o mantenerse fresca cuando la temperatura exterior llega a 45°C.


TRABAJAR EN GRUPOS en vez de aislados también les enseñaría a los estudiantes inteligencia emocional . En el proyecto de construcción de una casa, los estudiantes serían calificados no sólo por sus aportes individuales, sino también por el éxito del grupo, la calidad intelectual del proyecto y cómo se llevan los miembros del equipo.

"El aprendizaje basado en proyectos enseña RELACIONES HUMANAS E INTELIGENCIA EMOCIONAL, que parece que no valoramos hasta que es demasiado tarde -dice Lucas-. A la gente se la echa por no trabajar en equipo."

El mundo de la información
Este sistema de educación, según Lucas, mejoraría significativamente el carácter de la gente que emerge del mismo. "Serían pensadores más independientes, más críticos, más lógicos. Y estarían mejor equipados para un mundo que está abrumado de información."

Otro aspecto crucial -y lo que atrajo originalmente a Lucas a la educación- es la necesidad de fortalecer la revolución digital. Dice que gente altamente educada, como ingenieros, abogados o doctores harían mejores presentaciones si su educación hubiese puesto énfasis en la necesidad de comunicar tan efectivamente con gráficos y sonido como con palabras.

Lucas dice que se debe USAR TECNOLOGÍA MULTIMEDIA en el aula para "el trabajo duro y aburrido". Es particularmente necesario el cambio en una era en que se mueve a la velocidad de Internet. "Yo fui a la escuela hace 40 años. Al menos un tercio de lo que aprendí es obsoleto ahora", dice.

El sistema educativo que propone también produciría la gente que quiere contratar. "Tiene un lado de filósofo griego y otro de zapatero", dice.




GEORGE LUCAS
Director de cine

Películas : La saga de La guerra de las galaxias e Indiana Jones, entre otras.
Hábil para los negocios, su primer contrato para filmar La guerra de las galaxias lo dejaba prácticamente sin nada. Sin embargo, agregó una cláusula que le aseguraba los derecho de las secuelas y del merchandising . No se equivocó. Fundó el George Lucas Educational Foundation para difundir estrategias que sirvan para actualizar los contenidos de las escuelas públicas.

Joe Mullich
Traducción de Gabriel Zadunaisky
Publicado en Diario La Nación







5.6.10

La imagen de la Madre según la edad del hijo



4 AÑOS DE EDAD . . . Mi mamá puede hacer cualquier cosa


8 AÑOS DE EDAD . . . . Mi mamá sabe mucho! Un montón!






12 AÑOS DE EDAD . . . Mi mamá no sabe absolutamente todo



14 AÑOS DE EDAD . . . Naturalmente, mamá tampoco sabe eso.





16 AÑOS DE EDAD . . . ¿Mi mamá? , es tan anticuada!




18 AÑOS DE EDAD . . . ¿La vieja? , esta totalmente fuera de época





25 AÑOS DE EDAD . . . Bueno, puede ser que sepa algo al respecto
35 AÑOS DE EDAD . . . Antes de decidir, ¿por qué no pedimos la opinión de mamá?
45 AÑOS DE EDAD . . . Me pregunto ¿qué habría pensado mi mamá al respecto?
65 AÑOS DE EDAD . . . Ojalá pudiera conversarlo con mi mamá.
Si quieres, puedes dejarnos tu comentario aqui debajo.

30.5.10

Los Niños necesitan Límites

El abandono de tácticas excesivamente autoritarias no debe desembocar en una permisividad contraproducente para padres e hijos

Una de las grandes dudas de padres y madres en la educación y socialización de sus hijos e hijas es referente a los límites que deben imponerles en sus actitudes y comportamientos. ¿Cuándo hay que recriminar, advertir o castigar a un niño? ¿En qué momento el ejercicio de la autoridad pasa de lo necesario a lo abusivo? ¿Cómo podemos guiar a
nuestros hijos sin generar tensiones innecesarias?

Las preguntas se amontonan y no siempre se encuentran respuestas. Un primer paso para afrontar estas dificultades consiste en tomar conciencia de que no es beneficioso, para pequeños ni para adultos, proteger y excusar por sistema la actitud de los hijos e hijas.

LAS CONSECUENCIAS DE LA PERMISIVIDAD TOTAL Y LA SOBREPROTECCIÓN PUEDEN SER MUY NEGATIVAS

He aquí dos ejemplos reales y cada vez más habituales.

En el primer caso, un niño de unos ocho años se acerca a una mochila en un centro comercial y le arranca un elemento decorativo. El dependiente le llama la atención y le pide que se lo devuelva. El niño acude a su padre diciendo que el empleado le ha maltratado. Acto seguido, el padre se encara con el dependiente y le desautoriza de malos modos, en público y delante de su hijo. ¿Qué aprende este niño? Que su padre le defenderá aunque se comporte mal. Es decir, que portarse mal no está mal.

En el segundo, un padre es juzgado por abofetear a un profesor.
La razón: el docente había amonestado a su hija porque no quería entrar en clase tras el recreo. El padre no acude al juicio. El profesor no pide sanción: sólo quería que el progenitor le pidiera disculpas delante de su hija, para que ésta supiera la diferencia entre un comportamiento correcto y otro incorrecto. Pero no hay disculpas y el profesor ha cambiado de colegio. La niña sigue en el centro.

LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN Y EL AUTOCONTROL

En la educación de un hijo no se pueden evadir las normas ni la jerarquía. Un niño aprende que cuando su madre o su padre dicen que no, esa decisión es inamovible. La frustración que le generará es inevitable, pero debe aprender a tolerarla y convivir con ella porque las normas son precisamente las que le dan seguridad y le enseñan a confiar en un criterio sólido.

Ante una pataleta o un enfado, se le puede ignorar hasta que recobre la calma, pero no celebrar que se ha tranquilizado ni negar el conflicto. Tras perder el autocontrol y recuperar la tranquilidad, el niño aguarda expectante. La indiferencia le dolerá más que un castigo ponderado, por lo que conviene hacerle ver lo estéril de su comportamiento con un ejercicio de la autoridad que le permita aprender algo de la experiencia.

PONER LÍMITES A LAS CONDUCTAS, NO A LOS SENTIMIENTOS

Los niños necesitan ser guiados por los adultos y para ello es fundamental establecer reglas con las que fortalecer conductas y lograr su crecimiento personal.
Los límites se deben orientar al comportamiento del niño, no a la expresión de sus sentimientos. Se le puede exigir que no haga algo, pero no se le puede pedir, por ejemplo, que no sienta rabia o que no llore.

Los márgenes deben fijarse sin humillar al niño para que no se sienta herido en su autoestima. Por eso, no se debe descalificar ("eres un tonto", "eres malo"...), sino marcar el problema ("eso que haces o eso que dices está mal"). Conviene dar razones, pero no excederse en la explicación. Los sermones no sirven de mucho. Los niños responden a los hechos, no a las palabras. Un gesto de firmeza y serenidad, acompañado de pocas palabras será más efectivo que un discurso.

¿POR QUÉ NOS CUESTA PONER LÍMITES A NUESTROS HIJOS E HIJAS?

- Porque no nos sentimos suficientemente fuertes para enfrentarnos a nuestros hijos.
- Porque demasiado a menudo somos complacientes con nuestros hijos para compensar el poco tiempo que les podemos dedicar.
- Porque cuando nuestra autoestima no pasa por su mejor momento queremos ser aceptados por nuestros hijos.
PAUTAS PARA PADRES Y MADRES

- Deben dedicar tiempo a los hijos. Muchas conductas de los hijos no se controlan simplemente porque su padre y su madre no están disponibles para atenderles.
- El niño tiene que aprender que rebasar los límites puede traer consecuencias negativas para él. En cualquier caso, esas consecuencias deben ser proporcionadas y, a poder ser, inmediatas para que el niño lo entienda perfectamente.
- En lo posible, las reglas y los castigos deben ser pactados entre los padres y los hijos.
- La disciplina sólo la pueden ejercer adecuadamente los progenitores que sean capaces de combinar el cariño y el control.
- Conviene recordar que lo que más influye en nuestros hijos no es lo que les decimos o lo que les hacemos, sino cómo "somos". Por eso, la educación representa no sólo revisar nuestras conductas con ellos, sino nuestra forma de ser como personas.

SE PRECISA UN BUEN CLIMA FAMILIAR.

Es normal que los niños prueben tanteando a sus padres para comprobar hasta dónde pueden llegar. Es en ese momento cuando más firmes deben mostrarse los padres. Si ceden, luego será muy difícil dar marcha atrás.

Todo ello incluye la necesidad de que los padres sean razonablemente flexibles, según las circunstancias y la edad.

Los efectos de no poner límites moldean a un niño que nunca tiene suficiente, que exige cada vez más y que tolera cada vez peor las negativas, un niño que crece con una escasa o nula tolerancia a la frustración.
Si quieres, puedes compartirnos aquí debajo tu comentario u opinión.

24.5.10

Los juguetes de nene y de nena, sexismo y cultura

1er ARTICULO:

Nunca me voy a olvidar la anécdota de una amiga sobre el regalo de cumpleaños de su hijo de 2 años. Resulta que el nene (varón él) quería una cocina de madera, de las típicas que hay en los jardines de infantes y en casi todos los salones de fiestas infantiles. El tema dio para más de un debate. Ella estaba dispuesta a complacer a su hijo, (aunque reconocía que el regalo era poco ortodoxo para un varón) , pero su marido no.


Es chiquito, decía ella. ¿Acaso no hay un montón de hombres que son chef?, buscaba apoyo entre amigos y conocidos. Pero, en el fondo, el tema le hacía un poco de ruido, por eso tanta consulta. Para abreviar el relato: la cocina de madera se convirtió como por arte de magia (más bien de los papás) en banco de herramientas de plástico, un obsequio similar en tamaño e importancia, pero absolutamente masculino.

Más tarde, me tocó vivir una situación más o menos parecida. A mi nene, de 3 años, le pidieron en el jardín un muñeco de goma que se pudiera mojar (iban a bañarlo). Compré un bebote al que lo único que lo hacía varón era un chiripá en color celeste. Por su puesto, lo primero en perderse.

La actividad pedagógica terminó y la maestra le devolvió a cada chico su muñeco. Así, Joaquín (en realidad Joapín) como lo bautizó mi hijo, llegó a casa. Y como toda novedad tuvo su minuto de gloria entre sus preferencias.

Recuerdo que por algunos días lo acostaba y abrigaba antes de irse a dormir e hicimos algunos mandados por el barrio con Joaquín en brazos. Ni más ni menos que como alterna con sus autitos o su flamante gorro pirata habitualmento sólo que, debo decirlo, la mirada cambia con la elección de uno y otro juguete.

Mientras que los autos pasan prácticamente inadvertidos y el gorro con calavera causa mucha simpatía, el bebote en manos de mi hijo provocaba miradas reprobadoras y hasta comentarios en tono amigable, pero con el mismo trasfondo de desaprobación, del tipo: Qué hace este nene tan lindo con una muñeca…

Pasaron los días y Joaquín quedó en el olvido, seguramente reemplazado por la siguiente novedad. De mi experiencia me quedó una anotación interna: la mirada de los otros llegó a incomodarme más de lo que había imaginado. Tanto que reconozco haber intentado con sutileza persuadirlo para que eligiera otro juguete para sacar a la calle y recuerdo también sentir cierta ansiedad porque acabara la devoción por el muñeco.

Y eso que soy una convencida de que en la primera infancia los chicos tienen esa curiosidad maravillosa por todo, aún más exacerbada por lo que menos tienen a disposición. El tema de los juguetes y el género aparece todo el tiempo, cada vez que un chico elige algo que supuestamente no le corresponde, cuando en realidad, los juguetes son para ellos un instrumento de expresión.

“Los chicos juegan a representar escenas de la vida cotidiana y a reproducir los roles que ven a su alrededor. Hoy las familias son diferentes de hace un par de décadas atrás. Nos encontramos con papás que cocinan y cambian pañales colaborando con el buen funcionamiento de la casa y con mamás que salen a trabajar para contribuir con la economía del hogar. Hay que partir entonces de la premisa de que nuestros hijos reproducen los modelos que ven a su alrededor y no deberíamos alarmarnos por elecciones acordes con su realidad”, explica la psicopegagoga Kitty Godoy.


Y va más allá: “Es importante que los chicos elijan sus juguetes y juegos espontáneamente, sin sentirse juzgados porque mediante el juego se expresan, exploran, aprenden, crean, representan y…sobre todo, se divierten. El resto, como diría un antiguo slogan televisivo a propósito de los menores, es pura responsabilidad de los señores padres.

Por: Paula Cipriani .

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2do ARTICULO: Los Juguetes Tambien pueden Coeducar
Cuando pensamos en regalar juguetes a un niño o niña, solemos comprarles los que hemos visto en la campaña publicitaria de turno, con especial relevancia las que se hacen para televisión. En ocasiones (y sobre todo, ante fechas en las que existe una gran demanda de juguetes, como es el caso de la Navidad), estas campañas demuestran un altísimo grado de sexismo, presentando modelos no igualitarios y manteniendo identidades polarizadas. Además, muchos de ellos no reflejan el avance social ni la realidad tan diversa en la que actualmente vivimos.

Tradicionalmente los juguetes han sido clasificados “para niños” y “para niñas”; esto, que no es una condición ni natural ni espontánea, se ha convertido en una tradición aparentemente condicionada por el sexo que ha sido impuesta y aprendida durante muchas generaciones. Las niñas teníamos que adquirir los comportamientos, valores y actitudes para ser una “buena mujer”; así, nuestros juguetes tenían que potenciar nuestra obsesión por el cuerpo y la belleza (abalorios, maquillajes y peinados), para ser deseables y dependientes de ellos, como buena madre cuidadora de su bebé en un entorno suave y dulce.

Los juguetes para ellos tenían que potenciar el rol clásico masculino, siempre desde planteamientos altamente competitivos, relacionados con el riesgo, la aventura, el poder y la fuerza. Desde modelos que luchaban contra el mal desde comportamientos violentos, a los que presentaban como ideal sublime masculino el ser autoritario, duro e insensible a toda clase de sentimientos.

El juego es una actividad fundamental en la infancia, además de convertirse en una excelente forma de educar. Facilita o dificulta el desarrollo de las emociones, los valores, los comportamientos y las actitudes. Se juega y se aprende a lo largo de toda la vida, pero en la niñez donde esta actividad ocupa una parte importantísima de tiempo y en la que todavía la educación familiar y escolar puede intervenir.

Como consecuencia de qué juguetes se elijan y cómo se juegue con ellos, podremos propiciar un desarrollo completo, o uno parcial e incompleto si se desarrollan valores y actitudes diferentes para niños y para niñas.

“La publicidad también juega”, los juegos intervienen en el desarrollo personal, relacional y social de las personas en la niñez. Así, contribuyen en el desarrollo personal porque los juegos ayudan a definir la identidad, la imagen de sí misma que cada persona elabora a partir de diversos indicadores, entre ellos, su propia percepción de la realidad y las impresiones y comentarios que le devuelven desde el entorno, que influyen decisivamente en la autoestima. También contribuyen a determinar las expectativas de futuro de cada persona, y suponen una guía determinante de las sucesivas elecciones que se tomen a lo largo de la vida. A través del juego se refleja lo vivido, siendo un medio excepcional para canalizar las experiencias dolorosas o desagradables como las alegres y gratas.

Desde el punto de vista relacional, con el juego se va aprendiendo a interactuar con iguales, a establecer mecanismos, a descubrir potencialidades. Se aprende a actuar ante las limitaciones y los conflictos, a respetar la disponibilidad de los y las demás, a resolver nuevas situaciones que se presentan, a superar frustraciones y contrariedades.

A nivel social, con el juego se aprende a aceptar normas, reglas sujetas a pautas y a cumplirlas, así como las consecuencias que acarrea el no cumplirlas. Se forma en la importancia de la aceptación por parte del grupo y de la pertenencia o exclusión al mismo; con el juego se sufren o se disfrutan las consecuencias de todo ello.

Así, jugando se aprende a convivir dentro de las costumbres sociales y del entorno, de las circunstancias económicas y políticas, que aún no siendo conscientes de ello, determinan su socialización.

Desde mi opinión personal creo que se está fomentando mucho la lucha contra el juguete violento (que me parece genial por otro lado), pero creo que también se tendría que hacer más hincapié por parte de las Administraciones en la importancia de que las niñas y niños se diviertan con juguetes no sexistas. Desgraciadamente a esto aún no se le da mucha importancia, basta con echar un vistazo a las cifras de los juguetes más vendidos.

Si desde la escuela y la familia se posibilita que niñas y niños jueguen a distintos juegos con distintos tipos de juguetes independientemente de su sexo, estaremos construyendo una sociedad más igualitaria, equitativa, solidaria, activa, cuidadora y libre de violencia.